Desde el año 1000
a.C. aproximadamente llegaron a la Península Ibérica pueblos de otros lugares
del Mediterráneo. Los motivos por los que llegaron fueron diversos y debemos
destacar entre los mismos el comercio y la obtención de riquezas de la
península (donde había muchos metales preciosos) y también las situaciones de
pobreza e inestabilidad en sus lugares de origen, que les abocaban a emigrar
hacia otros lugares.
En este mapa podéis ver los lugares de procedencia de
los pueblos colonizadores:
Como ya hemos
visto, hubo tres pueblos colonizadores en la península antes de la llegada de
los romanos: los fenicios, los griegos y los cartagineses.
Los fenicios
fueron los primeros en llegar. Procedían de la ciudad de Tiro, en Oriente
Próximo y fundaron, desde el año 1100 a.C. colonias en el sur de la península,
siendo las más importantes Gadir y Malaka (actuales Cádiz y Málaga).
Fundamentalmente se dedicaban al comercio con la población autóctona (los
pueblos que ya vivían en la península antes). Eran un pueblo con una cultura
avanzada, que utilizaba la escritura y la moneda.
Los griegos
ocuparon distintos emplazamientos en la costa mediterránea de la península
desde el siglo VIII a.C., entre los que destacan Emporion y Hemeroskopeion
(actuales Ampurias y Denia). La mayor parte de los griegos que llegaron a la
península procedían de la polis griega de Focea, en el Asia Menor. En estas
colonias se dedicaron principalmente a la artesanía (manufacturas y salazones) y,
al igual que los fenicios, al comercio con la población autóctona. Como sabéis
eran un pueblo avanzado, con escritura propia y moneda. Todas las colonias
griegas tenían una estructura constructiva similar, que imitaba a las polis. En
este dibujo podéis ver cómo eran.
Por último,
tenemos que hablar de los cartagineses (también llamados púnicos), que
procedían del norte de África y se instalaron principalmente en el sudeste de
la península a partir del siglo V a.C. Su colonia más importante fue Cartago
Nova, actual Cartagena. Debemos destacar que sustituyeron a los fenicios en el
comercio con los pueblos autóctonos y lucharon contra Roma por el dominio del
Mediterráneo occidental.
En este mapa
podéis ver dónde se instalaron los pueblos colonizadores y cuáles eran sus
áreas de influencia.
Todos estos
pueblos aportaron a la península avances que no existían aquí. Eran
civilizaciones que dominaban la agricultura y que introdujeron el cultivo de la
vid y el olivo, además de técnicas agrícolas nuevas y domesticación de algunos
animales como las gallinas y los gatos (importantes en la época para evitar que
los ratones se comieran las reservas de grano). Además, en el ámbito de la
artesanía y las manufacturas dominaban la minería y el uso del hierro,
comenzaron a extraer sal en las salinas con la que conservaban el pescado
(salazones) y utilizaban el torno para la producción de cerámica. También
debemos destacar la novedad que aportaron al comercio: el uso de la moneda.
Ahora, con los datos aportados, rellena una tabla como
la siguiente. Puedes hacerlo en el cuaderno o en el documento adjunto que hay
en el correo que os envié.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada